Las pequeñas ampolletas pigmentadas de sangre me observan candentes buscando hipnotizarme. Finalmente caigo en ellas mientras mi mente manufactura voces consultándome en qué planeta me encuentro. Paralelamente, se reproducen vinilos de viejos recuerdos que yo ya hacía desechados por completos.
Me paso reviviendo cadáveres del pasado tan sólo para verlos morir una y otra vez dejando proyecciones de sombras con figuras psicodélicas y abstractas.A veces, son tan densas que se pueden cortar con una hoja de metal.
No paro de dudar sobre mis problemas sociales. No tolero (aunque incoherente) mucho la estupidez intolerante ni mucho menos los descartes inválidos.
jueves, 4 de octubre de 2012
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