Este nerviosismo me consume cada segundo más, busco vías de escape y no logro zafarme. No tengo escapatoria y siento que enloqueceré. Muero porque sea mañana, no para enfrentarme a mi calvario académico, sino que para verla a ella e inyectarme un poco de felicidad directo a la vena. Escaparme de mis obligaciones y deberes gracias a ella. Es uno de los crímenes que más disfruto hacer.
martes, 10 de julio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario